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El bibloquismo: significado y usos

Describe una situación nueva con un neologismo formado correctamente.

03 de enero de 2024. Estandarte.com

Qué: ¿Es correcto hablar de 'bibloquismo'?

Significado de bibloquismo¿Es correcto decir bibloquismo? Sí, se trata de un neologismo que todavía no encontramos en el Diccionario de la RAE, pero que, como explica la Fundéu, “es una voz válida para definir una situación en la que predominan dos bloques que compiten por el poder como, por ejemplo, en un sistema político”.

“El bipartidismo se rompe, pero nace el bibloquismo”; “el bipartidismo ha muerto, y en su lugar ha emergido el bibloquismo”; “los partidos son incapaces de romper el bibloquismo”; “el debate entre los candidatos certifica el bibloquismo,” o “este bibloquismo solo ha sabido producir parálisis y bloqueos”.

Desde hace unos meses leemos y oímos frases parecidas en las que este término –joven y activo– todavía nos produce cierta extrañeza e incluso resulta desconocido para muchos; sin embargo, su uso cada vez más frecuente viene a confirmar la viveza de una lengua que se mueve al compás de los tiempos y que es capaz de asimilar los cambios políticos o sociales poniendo el nombre que mejor define cada situación.

Por eso, por esa riqueza no hay que poner barreras a su penetración ni quedarse anclado en el “purismo”. Baste ver lo que dice la Fundación del español urgente (Fundéu) para despejar cualquier duda: “Bibloquismo es un término bien formado a partir del término compositivo bi (dos), del sustantivo bloque, en este caso con el sentido de ‘agrupación generalmente ocasional de partidos, países o asociaciones’, y de ismo, que forma sustantivos que suelen significar ‘doctrina’, ‘sistema’, ‘escuela’ o ‘movimiento’”.

La formación de la nueva palabra sigue las pautas lingüísticas de su antecesor el bipartidismo (bi, partido, ismo), definido como sistema político con predominio de dos partidos que compiten por el poder o se turnan en él (RAE). Este ha sido el sistema imperante a lo largo de la democracia española, marcado por dos grandes formaciones que lograban mayorías por sí mismas o con el apoyo de partidos minoritarios, hasta que la aparición de nuevos protagonistas modificó el panorama, creando la sensación de que se estaba dando término al juego de alternancias entre dos para dar paso a una mayor diversidad, una diversidad que ha ido evolucionando hasta llegar a dividir las opciones en dos bloques que pueden llegar a ser inamovibles.

En conclusión, y dejando al margen consideraciones ajenas al lenguaje, podemos decir y escribir bibloquismo con plena tranquilidad y sin que al ponerlo sobre papel sea necesario usar cursiva o  comillas, salvo que queramos resaltar la novedad de una voz  que viene a quedarse (o no) y que ya forma parte del vocabulario político que nos rodea, acompañando a coalición –acuerdo entre diferentes partidos políticos, países o personas con el objetivo de realizar una acción conjunta, como puede ser la formación de un gobierno–; gobernanza –arte o forma de gobernar para conseguir logros económicos, sociales o institucionales promoviendo el equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado económico–; gobernabilidad –calidad de gobernable, esto es, que puede ser gobernado–; cuórum (oquorum si usamos la voz latina)–-número mínimo de personas necesarias para la toma de acuerdos, o proporción de votos necesarios para que haya acuerdo– o pactismo –disposición a llegar a pactos o compromisos con el propósito de resolver conflictos sociales o políticos haciéndolo incluso con fuerzas antagónicas y a costa de los planteamientos propios.

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