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Nace Tránsito Editorial

La literatura como sacudida, la apuesta de Sol Salama.

04 de octubre de 2018. Pilar Gómez Rodríguez

Qué: Nace Tránsito Editorial

De “libros salvajes”, de “literatura descarnada” habla la web de la nueva Editorial Tránsito a la hora de presentarse. Acaba de nacer, termina de llegar su primera obra a las librerías y formalmente Tránsito Editorial se presentará el próximo 24 de octubre en Tipos Infames (Madrid). Detrás de ella, alguien con una historia, como a ella le gusta que pase en los libros. Sol Salama no es nueva en el siempre difícil arte de la edición. Pasó por una de las grandes casas del país: Penguin Random House. “Por el equipo del gran editor David Trías. De él y de todas las personas que me rodearon allí aprendí mucho. Mi experiencia me ofreció una amplia visión del sector que ha sido fundamental para mí a la hora de crear mi editorial”.

La azotea, de Fernanda Trías. Editorial TránsitoElla no habla de su historia –que para eso no escribe libros, sino que los publica–, pero ahí está: “hubo un gran punto de inflexión en mi vida, lo cual me llevó a preguntarme de verdad qué quería hacer con el tiempo que tengo por delante. Ahí fue cuando me di cuenta de que Tránsito no podía esperar”. Tránsito es, pues, su historia. Y de momento tiene dos capítulos en forma de títulos. El primero es La azotea, de la autora uruguaya Fernanda Trías. Sol Salama lo describe como “una historia convulsa y con una prosa sencilla y que atrapa desde la primera línea; una invitación a la reflexión sobre el miedo, la (no) libertad, los vínculos familiares como lazos que a menudo asfixian…”. El segundo título es La memoria del aire, de la autora belga Caroline Lamarche. De ella, su editora destaca la forma –“es un relato corto y poético”– y el fondo, o sea todo: “en él, la autora desvela sus propias experiencias con las violencias del amor romántico; es estremecedor, pero esperanzador y luminoso al mismo tiempo”.

La memoria del aire, de Caroline Lamarche. Editorial Tránsito.Dos voces de mujer para inaugurar la colección, dos relatos con el yo por delante... ¿Serán estas las señas de identidad de Tránsito? ¿Existe en esas pistas vocación de continuidad?”. Salama devuelve y continúa con las preguntas: “¿Me preguntaríais lo mismo si yo fuese hombre y los dos primeros libros de Tránsito estuvieran escritos por hombres? Creo que en ese caso nadie lo señalaría. Lo que me interesa no es la firma, sino la naturaleza de los textos. Tránsito nace de una experiencia emocional muy concreta, y los libros que he leído y me han pellizcado profundamente están escritos por mujeres, lo cual tiene mucho sentido, pues ellas están narrando en primera persona sus historias, que también son las mías”.

De hecho tiene todo el sentido. Esa es la propuesta: entrar en un juego de espejos donde uno quiera verse reflejado o deformado, transformado en cualquier caso con la ayuda de los vestidos, maquillajes, máscaras o lecturas que devuelvan otra imagen u otra versión de uno mismo, un interlocutor con quien dialogar, discutir llegado el caso o a quien abrazarse. Libros que lo cambien a uno, que lo hagan mejor y peor, pero distinto en todo caso a la persona que abrió una de las obras de Tránsito. Libros como viajes que transporten y lleven a otros lugares y también como experiencias de los que no se salga indemne estén escritos en primera persona o en las que siguen. Si Sol Salama ha decido comenzar por ahí es porque “a mí como lectora sí me apasiona la voz de la primera persona. La «escritura del yo», la autoficción, que tanto revuelo y polémica genera, a mí me fascina precisamente porque es muy amplia y difusa. Creo que fue Estrella de Diego quien, citando a Hélène Cixous, dijo que hablar —escribir— de una misma es hablar de dos personas a la vez, pues una está contando a la otra. Creo que ahí está la clave: la autoficción no son ni memorias ni novelas, o son ambas cosas a la vez, y en ellas no necesariamente el protagonista tiene el nombre de quien escribe. Las fronteras entre ficción y realidad son brumosas, y la literatura que reposa ahí me interesa mucho”.

Por eso se ha lanzado a ella para este alumbramiento, pero vendrán otros libros y otras voces. Este tránsito no ha hecho nada más que comenzar y esta editorial no ha hecho más que nacer. Las criaturas, por cierto, has salido hermosas y en este sentido merece mencionarse el cuidado diseño de la colección a cargo de Donna Salama. A todos los implicados, responsables y culpables les deseamos muchos lectores, esa especie de suerte: “Sé que lo que emprendo es difícil –reconoce la editora–: hay muchísimas editoriales independientes, a las que admiro, que están haciendo un gran trabajo. Sin embargo, creo que hay espacio para todas y yo soy cabezota, así que no me quedaba otra”.

La azotea
Fernanda Trías
Editorial Tránsito
Páginas: 140

La memoria del aire
Caroline Lamarche
Editorial Tránsito
Páginas: 104

Comentarios en estandarte- 2

1 | Ana María Castillo Moreno 06-10-2018 - 20:37:10 h
Estupendo. Le deseo mucho éxito.

2 | Amelia D. 30-10-2018 - 11:55:52 h
Siempre es una gran noticia la creación de una nueva editorial. Enhorabuena, Editorial Tránsito.