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El escritor José Ovejero, a escena
Adapta e interpreta sus relatos en 'Qué raros son los hombres'.
28 de noviembre de 2016. Estandarte
Qué: Qué raros son los hombres: José Ovejero adapta (y escenifica) sus cuentos en el teatro. Autor: José Ovejero. Director: Eusebio Lázaro. Regidora: Edurne Portela. Técnica de luces y sonido: Libe Aramburozabala. Cuándo: domingo 4, 11 y 18 de diciembre de 2016, a las 20h. Dónde: Teatro El Umbral de Primavera (c/Primavera, 11; Madrid). Precio: 12 € en venta anticipada y 14 € en taquilla.
Un escritor escribe, corrige, publica, presenta... e interpreta. Así piensa José Ovejero, autor ya consagrado —obtuvo en 2013 el Premio Alfaguara por su novela La invención del amor— que ahora presenta la versión escénica de varios de sus relatos en el espectáculo Qué raros son los hombres: una obra dirigida por Eusebio Lázaro, en la que el propio Ovejero ha adaptado sus historias para el teatro, y ha decidido interpretarlas.
Tras varias representaciones internacionales de una versión más sencilla de la obra, Qué raros son los hombres se instalará durante varios domingos de diciembre —los días 4, 11 y 18— en el teatro El umbral de primavera, con un precio de 12 euros en compra anticipada, y 14 en taquilla. Una obra «a veces dramática, a veces cómica», en la que José Ovejero dará cuerpo a tres de sus historias.
«En el primer relato, Las penas del infierno, nos asomamos a una difícil relación de un hombre con su mujer y con su hija. Ante un matrimonio poco satisfactorio, el hombre se centra en la hija. Recuerda con emoción a la niña que fue, pero a quien tiene delante es a la mujer adulta, que provoca en él sentimientos mucho más difíciles de aceptar.
»Después, en Julia, Pablo y el cubo de Rubik, nos encontramos con Julia, que vive su adolescencia y su primera juventud en los años de la Transición. Y atraviesa esas etapas con rebeldía, con rabia. Es políticamente activa, piensa que hay que defender la democracia. se pelea si es necesario con los añorantes del franquismo. Pero para su compañero, Pablo, la vida es oír música, drogarse, estar con Julia. Y a ella no le basta. De ahí surge un conflicto que hace que Julia tenga que elegir: o Pablo y su pasotismo o el compromiso político.
»Por último, en Los compañeros de viaje, Elías nos cuenta cómo él y su mujer, conocieron a Carlos y María Elena en una playa de Tulum, México. Y aunque parece que sólo asistimos al encuentro entre dos parejas que van tejiendo una cierta amistad durante un viaje, empezamos a intuir que algo no está bien. Hay ahí una violencia que no acabamos de entender y que se vislumbra una y otra vez en medio de ese recorrido por México. Como dice el narrador, “es imposible conocer al otro. Nadie dice de verdad quién es, lo que lleva dentro”».
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