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Cuando Raymond Carver dice verano

Veintisiete años de la muerte de la figura del realismo sucio.

02 de agosto de 2015. Estandarte

Qué: se cumplen veintisiete años de la muerte de Raymond Carver, y compartimos contigo uno de sus poemas.

Hoy se cumplen veintisiete años de la muerte del escritor estadounidense Raymond Carver, que falleció el 2 de agosto de 1988 en Port Angeles (Washington, Estados Unidos). Carver, que enfermo de cáncer de pulmón, es junto a Charles Bukowski la figura central del llamado realismo sucio.

Raymond Carver nació el 25 de mayo de 1938 en Clatskanie (Oregón), aunque muy pronto se trasladó con su familia a Yakima (Washington). Creció junto a su padre alcohólico y su madre pluriempleada, además de con el recuerdo de un hermano que murió cuando él apenas tenía cinco años. Carver "heredaría" la enfermedad de su padre, aunque su segundo matrimonio —con la también escritora Tess Gallagher— le haría apartarse definitivamente de la bebida. Se mantuvo sobrio durante los diez últimos años de su vida.

Su entorno quizá no apuntara a un futuro como escritor para Raymond Carver, pero el encuentro con el escritor John Cheever —su maestro— le cambió la vida: Cheever, profesor en el Chico State College de California, al que asistía Carver, animó a su alumno a escribir. Allí empezó a definir los que serían sus temas habituales, centrándose siempre en la vida cotidiana de los trabajadores más humildes, y en las miserias familiares a puerta cerrada.

Gracias al padrinazgo de John Cheever, y a su propio talento, Raymond Carver accedió a revistas tan prestigiosas como Esquire o New Yorker, que contaron con su firma. Obtuvo la Beca Guggenheim para la escritura, y sus cuentos figuran en antologías como Best American Short Stories o la de los ganadores del Premio O. Henry de relatos cortos. Sin embargo, aunque recordamos a Carver como escritor de narrativa breve, debutó como poeta y continuó insistiendo en el verso: entre 1968 y 1989 —de manera póstuma este último— publicó seis poemarios.

Además de Cheever, otra de las figuras cruciales para la escritura de Raymond Carver fue la del escritor Gordon Lish, editor de Esquire, que ayudó a Carver a pulir su famoso estilo parco en palabras, en el que es mejor decir con poco. En 1998, Gordon Lish confesó a New York Times Magazine que había reescrito párrafos enteros de los cuentos de Raymond Carver, llegando a cambiar su final. El caso más llamativo es el de llibro De qué hablamos cuando hablamos de amor (1981), en el que Gordon Lish reescribió el final de diez de los trece cuentos, y en el que redujo su extensión a la mitad.

Su primer libro de relatos publicado fue ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor? (1976). Le siguieron el mencionado De qué hablamos cuando hablamos de amor (1981), Catedral (1983) y Elefante (1988). A raíz de las polémicas declaraciones de Gordon Lish, en 2009 se publicó Principiantes, el original sin modificaciones de De qué hablamos cuando hablamos de amor. Después de su muerte se han publicado hasta cinco antologías y compilaciones de sus relatos, poemas, ensayos o prólogos.

Robert Altman dirigió en 1993 la película Short Cuts (Vidas cruzadas, en español), en la que adaptaba varios cuentos de Raymond Carver —¡y un poema!—, cuyos personajes cobraban vida gracias a Jack Lemmon, Tim Robbins, Julianne Moore, Robert Downey Jr. o Tom Waits. No se trata del único vínculo entre Raymond Carver y el cine, puesto que hay películas de Andrew Kotatko y Ray Lawrence basadas en sus relatos, y en Birdman —la ganadora más reciente del Óscar— el protagonista intenta adaptar uno de sus relatos.

Queremos recordar a Raymond Carver con uno de sus poemas. Está traducido por Jaime Priede e incluido en Todos nosotros (Bartleby, 2006).

Colibrí

Vamos a suponer que digo verano,
escribo la palabra "colibrí",
la meto en un sobre
y la llevo colina abajo
hasta el buzón. Cuando abras
la carta te acordarás
de aquellos días y lo mucho,
muchísimo que te quiero.

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