Pasión por leer. Pasión por escribir.

Portada > Noticias > Autores > Muere el dibujante Francisco Solano López

Muere el dibujante Francisco Solano López

Puso imágenes a ?El Eternauta?, cumbre del cómic argentino.

13 de agosto de 2011. Estandarte.com

Autor: Francisco Solano López. Cuándo: 12 de agosto de 2011.

El dibujante Francisco Solano López, ilustrador de El Eternauta —la gran obra de la historieta argentina—, murió ayer en Buenos Aires a causa de una hemorragia cerebral. Había nacido en 1928 en la ciudad en la que falleció, y sus cenizas se depositarán en el cementerio de La Recoleta.

Francisco Solano López debutó como ilustrador en 1953 gracias a la editorial Columba. Dos años más tarde comenzó a trabajar con el guionista Héctor Germán Oesterheld, dueño también de la editorial Frontera, primero en la serie Bull Rocket y después en El Eternauta. Realizada entre 1957 y 1959, El Eternauta cuenta la historia de Juan Salvo, viajero del tiempo que protege a su familia de la tragedia y lucha contra una invasión extraterrestre, todo ello vestido con una especie de traje de buzo.

Oesterheld y Solano López criticaban el individualismo social y luchaban por la unión del hombre frente a los sistemas antidemocráticos. "El grupo humano del cómic son unos náufragos que se encuentran rodeados por la muerte, mientras que Crusoe estaba rodeado por el océano Pacífico", declaró Francisco Solano López en una reciente entrevista con Efe, jugando con el paralelismo entre su obra y la de Daniel Defoe. "Ambos luchaban por sobrevivir echando mano de lo que tenían a su alrededor", consideraba.

El Eternauta conoció dos etapas posteriores: a partir de 1976 y de nuevo junto a Oesterheld, reflejando "con más crudeza la realidad de los años 70", con un mayor compromiso político que obligó a Francisco Solano López a exiliarse en Madrid, y convirtió a Héctor Germán Oesterheld en desaparecidos; y en 1997, en esta ocasión con Pablo Maiztegui.

Francisco Solano López vivió en Europa durante dos tramos de su vida: primero entre 1963 y 1968, creando algunos personajes cuyas aventuras transcurrían en el continente, y después durante su exilio, unos años en los que terminó su saga Slot Barr, ideó —con su hijo Gabriel— Ana y las Historias Tristes, e incursionó en el cómic erótico.

 

Comentarios en estandarte- 0