Hallan los restos de Miguel de Cervantes

17 de marzo de 2015. Estandarte.com

(Actualización del 17 de marzo de 2015 a las 12.02: los investigadores confirman que los restos de Miguel de Cervantes están enterrados bajo la cripta de la iglesia madrileña de San Ildefonso. El hallazgo no puede cotejarse con una prueba de ADN, por lo que no se descarta una tercera fase en la investigación).

(Actualización del 11 de marzo de 2015 a las 11.35: los investigadores creen haber encontrado los restos de Cervantes y su esposa).

El equipo de investigadores que busca los restos de Miguel de Cervantes ha visto un poco de luz no sabemos si al final del túnel, sí desde luego en el fondo de la cripta. Los trabajos en la iglesia de las Trinitarias de Madrid, donde se creía que reposaban los restos del autor de Don Quijote de La Mancha, han dado sus frutos, o al menos se acercan: el sábado se encontró, en uno de los nichos, un féretro —con la madera en muy mal estado— con las iniciales M.C. remachadas en hierro.

Los restos encontrados dentro del ataúd serán sometidos ahora a un análisis para determinar si se pertenecen a Miguel de Cervantes, de cuya muerte se cumplirán cuatrocientos años en 2016. Para los técnicos fue llegar y besar el santo o, al menos, llegar y encontrar al genio, porque la reducción de huesos —el término más exacto para referirse a lo que queda de Miguel de Cervantes, siglos después— se encontraba en el primero de los treinta y seis nichos que debían estudiar. El equipo forense está dirigido por Francisco Etxeberria, profesor de Medicina legal en la Universidad del País Vasco, que ha participado en numerosos procesos judiciales, como el Caso Lasa y Zabala, la autopsia de los restos de Víctor Jara y Salvador Allende, o el Caso José Bretón.

Va para un año —el proceso se inició en abril de 2014— la historia de la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes. De momento, el equipo de investigadores prefiere esperar al análisis de los huesos encontrados, seleccionando primero los restos masculinos y localizando algunas de las lesiones que la historia —y la leyenda— adjudica a Cervantes, herencia de su participación en la batalla de Lepanto, u otras características lógicas de la edad —avanzada para su época— a la que murió.

Desde Estandarte continuaremos atentos a la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes, que no calificaríamos de bizarra porque la palabra significa algo muy diferente a lo que suponemos, pero que por ahí anda.