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Francisco Giner de los Ríos: maestro de todos

La biografía del fundador de la Institución Libre de Enseñanza.

18 de febrero de 2024. Estandarte.com

Qué: Biografía de Francisco Giner de los Ríos

Aunque escribió muchas obras –cuando obra es sinónimo de libro– se le conoce especialmente por una: su gran obra es la Institución Libre de Enseñanza, una entidad basada en la formación y la educación integral de los alumnos, ajena a intereses políticos o religiosos, respetuosa con la diferencia, la igualdad y consagrada al cultivo y extensión de las ciencias y las humanidades.

Francisco Giner de los Ríos nació en Ronda, Málaga, en 1839 y en el seno de una familia acomodada. Su niñez y sus primeros estudios se desarrollaron en Cádiz y Alicante, de modo que los viajes entraron a formar parte de su desarrollo. En Barcelona y Granada realizó su formación universitaria en Derecho, que completaba su interés y estudios de Filosofía.

En 1863 se trasladó a Madrid y entró en el círculo del profesor Sanz del Río, introductor en España del ideario krausista que Giner adoptó decidido. Veía en él, como recoge Isabel Pérez Villanueva en el Diccionario Biográfico electrónico de la Real Academia de la Historia, “un despertar de la vieja modorra al murmullo del moderno pensamiento europeo y a los problemas y nuevos postulados de su filosofía”.

En 1866, Giner consiguió por oposición la cátedra de Filosofía del Derecho y Derecho Internacional, en la Universidad de Madrid, pero no duró mucho en su puesto. Dos años después fue apartado de su cátedra por haberse puesto del lado de sus colegas krausistas Sanz del Río y Nicolás Salmerón, expulsados de la universidad por motivos ideológicos. Meses después, la revolución de 1868 los devolverá a todos sus cátedras. Giner de los Ríos se convirtiría en una figura influyente y respetada en el ámbito de la educación.

Pero la rueda gira y la situación vuelve a cambiar con la Restauración y el gobierno presidido por Cánovas. El ministro Orovio, con el que ya se habían enfrentado en el 68 los profesores krausistas, volvió a la carga contra la libertad de cátedra. Esta vez muy en serio: en febrero de 1875 se aprobaron dos disposiciones legales con el restablecimiento de los libros de texto y la exigencia de la validación por parte del Gobierno de los programas de las asignaturas. Así se buscaba evitar cualquier crítica o daño a la Iglesia, la monarquía o el gobierno.

Quienes protestaron entonces lo volvieron a hacer con un resultado más drástico: Giner fue detenido y trasladado a Cádiz. El destierro será de lo más fructífero, pues en esos meses el pensador daría vueltas a la posibilidad de fundar una entidad educativa separada e independiente del Estado, sin más ambición y objetivo que los del saber.

En esa época Giner conocería a quien podría haberse convertido en su esposa, María Machado, pero una suma de malentendidos e indecisiones hizo que la relación no pasara de epistolar.

A finales de octubre de 1876 se haría realidad la Institución Libre de Enseñanza, una entidad, como subrayan sus estatutos, “completamente ajena a todo espíritu e interés de comunidad religiosa, escuela filosófica o partido político, proclamando tan solo el principio de la libertad e inviolabilidad de la ciencia y de la consiguiente independencia de su indagación y exposición respecto de cualquier otra autoridad que la de la propia conciencia del profesor, único responsable de sus doctrinas”.

Convencido de que se podía transformar y mejorar un país solo a través del cambio de las personas y las ideas, se lanzó a este objetivo fomentando una educación integral, flexible, dialogante, cercana que desconfiaba de autoritarismos y obligaciones. Tuvo que venir el Desastre del 98 para darle la razón a estos planteamientos y objetivos.

Tras esta fecha, no solo Giner de los Ríos y los suyos sino todo el país se convenció de que era momento de hablar y practicar una regeneración que solo podía venir de la educación. Como comenta Virgilio Zapatero en el especial de la revista La Aventura de la Historia, 25 españoles para la libertad, “convirtiendo el país en una inmensa escuela, creían poder resolver la problemática de España que, aunque compleja, pensaban que se podía reducir a un común denominador: la ausencia de educación”.

La Institución Libre de Enseñanza fue la punta de lanza de una serie de centros e iniciativas que desde el Museo Pedagógico Nacional a las Misiones Pedagógicas o la Residencia de Estudiantes trasladaron sus principios formativos.

Como su vida, su obra también se centró en el ámbito de la pedagogía y la educación. Entre sus ensayos destacan títulos como Lecciones sumarias de psicología (1874), Estudios sobre educación (1886), Educación y Enseñanza (1889) o Pedagogía universitaria (1905).

Giner de los Ríos murió el 18 de febrero de 1915 en Madrid, pero la obra cumbre de su vida, la ILE se estaba transformando, hasta su prohibición con la Guerra Civil, en lo que él había querido. Como escribe Luis Alfonso Iglesias Huelga en su premiado ensayo España, la ilustración pendiente (Apeiron): “la Institución Libre de Enseñanza se convirtió en el centro de gravedad de toda una época de la cultura española y en un cauce para la introducción en España de las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas que se estaban desarrollando fuera de las fronteras españolas”.

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