Lo que no se dice

¿Cuáles son los tópicos de eso que damos en llamar la 'España cañí'? Pues, entre otros, los asociados al macho ibérico. En concreto, los que otorgan desorbitada potencia sexual, cuando no el último reducto de la hombría, a profesiones como la del torero, la del futbolista o, ya puestos, hasta la del militar. Lo cierto es que la homosexualidad ha cruzado barreras insospechadas en nuestro país en los últimos diez años, pero aún así se conservan, incólumes, omertás en el mundo del fútbol y en el del toreo. Su enorme exposición pública es inversamente proporcional a lo que el público sabe de las personalidades reales de sus ídolos. El balompédico, en concreto, es un mundo en el que no se concibe la normalización de la homosexualidad que ya está asentada en otros ámbitos y personalizada en algunos políticos, jueces, actores, escritores o empresarios.

En Lo que no se dice se reúnen once —¿un guiño al citado mundo del fútbol?— relatos que dan varias vueltas de tuerca a tan asentados tópicos. El catálogo oscila entre los consagrados y los debutantes, lo que hace la mezcla más sugerente aún; están implicados Luisgé Martín, Fernando J. López —suyo es el mejor texto—, José Luis Serrano, Luis Cremades, Álvaro Domínguez, Óscar Esquivias, Óscar Hernández, Lawrence Schimel, Lluís Maria Todó y los, probablemente más conocidos por el gran público, Eduardo Mendicutti y Luis Antonio de Villena.

Con una cuidadísima edición y un fantástico catálogo de ilustraciones en las tapas y en la presentación de cada capítulo, obra de Raúl Lázaro, Lo que no se dice compone un atractivo mural alejados de tópicos. Divertido y, en el mejor sentido de la palabra, dispar. La editorial Dos Bigotes, nacida hace apenas un año y especializada en temática LGTBI, se pone el listón bien alto con una obra que a la vez sirve de mapa para seguirle la pista un buen puñado de autores jóvenes —todos los relatos van precedidos de un breve resumen de su biografía— rebosantes de talento.