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La hierba de las noches

16 de septiembre de 2014. José Angel Sanz

Patrick Modiano ya ha reconocido, en alguna entrevista, que todas sus obras forman parte del mismo libro, con diversos enfoques. Es de desear que no lo esgrimiera como una defensa, porque poco tendría que justificar el autor de Calle de las tiendas oscuras. Todo lo contrario, reconforta regresar cada poco tiempo -bendita fertilidad, la suya- a sus tramas, a su estilo tan minucioso y a la vez abierto, en el que el lector debe poner mucho de su parte. Y entusiasma siempre volver a su ciudad, que también es siempre el París ocupado. La hierba de las noches es una, en apariencia, sencilla novela, que sin embargo esconde jugosos hallazgos.

Jean, ese apenas disimulado alter ego del autor, casi flota por una ciudad y unos recuerdos que pretende recobrar, décadas después, con la única ayuda material y presente de una libreta negra a la que se agarra como a un salvavidas. En ella consulta antiguos nombres, direcciones de casas y hoteles, números de teléfono que ya no existen. Esa primera persona que descifra los cambios en el trazado urbano, calles de la ciudad que no existían antes, calles que desaparecieron, reflexiona sobre el amor, a cuánto da derecho esa palabra, cuánto permite exigir al otro, al amado, si nosotros mismos somos una construcción precaria de recuerdos, convicciones y deseos. Modiano busca, indaga en los laberintos del tiempo que le han llevado hasta el momento presente. Sin adornos, solo tratando de unir los puntos.

Subyace una trama política que nunca tenemos del todo clara. Un crimen, una investigación. La espera, no hacerse preguntas, vagar como solo se puede hacer en cierta época de la vida, adolescente, enamorado, con una impostada nostalgia, o ya mucho tiempo después, tratando de entender los pensamientos de aquél que se fue una vez. "Era la misma sensación que se nota cuando nos quedamos mucho rato mirando una ventana con luz: una sensación de presencia y ausencia a la vez. Detrás de los cristales, la habitación está vacía, pero alguien se ha dejado encendida la lámpara. Para mi no hubo nunca ni presente ni pasado. Todo se confunde, como en esa habitación vacía donde luce una lámpara todas las noches".

Comentarios en estandarte- 1

1 | Margarita 14-10-2014 - 14:34:44 h
Me parece sumamente interesante este fragmento que aparece en la crítica, buscaré algún libro de Modiano en castellano. La crítica incentivó mi curiosidad.