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Narrativa completa

10 de enero de 2012. Sr. Molina

Poco se puede añadir en una simple reseña a lo mucho que se ha comentado ya en otros ámbitos sobre Edgar Allan Poe y su incontrovertible contribución a la literatura universal. La aparición de esta Narrativa completa de la colección Bibliotheca Avrea de Cátedra es una gran noticia, tanto para sus incondicionales como para los amantes de la buena literatura en general.

Porque una de las cosas que se desprenden de la lectura de este volumen es que Poe es mucho más que un escritor de relatos de horror; es cierto que su fama perdura, en buena medida, gracias a joyas tan reconocidas como “El barril de Amontillado”, “El pozo y el péndulo” o “La caída de la casa Usher”, pero más allá de unas docenas de cuentos de terror y misterio se puede descubrir a un creador completo, irónico y mordaz, con una inteligente mirada y una capacidad para la sátira brillante. La recopilación de todos sus relatos breves en un solo libro ayuda a formarse una idea del buen escritor que fue Edgar Allan Poe y de su genial habilidad para plasmar en unas cuantas líneas la estulticia, la envidia o el cinismo de los seres humanos.

Para entender esto, nada mejor que adentrarse en la lectura de algunos de sus cuentos menos conocidos: “Bon-Bon” (un curioso diálogo etílico entre un restaurador y el mismísimo diablo), “Cómo escribir un artículo a la manera del Blackwood” (un divertidísimo y ácido relato sobre el oficio de escritor o articulista), “El hombre de negocios” (una diatriba sobre el espíritu emprendedor que tanto se daba en los Estados Unidos de mediados del siglo XIX), “Los anteojos” (desopilante cuento acerca de un enamorado que siente más interés que pasión) o “Mellonta tauta” (una sátira política disfrazada de fábula utópica que antecede en medio siglo al 1984 de Orwell). Entre los más de setenta relatos del volumen hay auténticas joyas que nada tienen que envidiar a algunos de sus textos más ilustres: los que acabo de citar son buenos ejemplos, ya que en ellos podemos observar las características de un escritor que es mucho más completo de lo que la lectura de sus narraciones clásicas da a entender. En Poe encontramos una capacidad finísima para la sátira y la crítica social (se ve en “El hombre de la multitud” o en “El timo”), o para la incisiva mirada sobre lo público o lo político (algo que se aprecia en “El sistema del doctor Tarr y del profesor Fether”); además, si grande es su maestría para el horror o el misterio, no lo es menos para el humor: “Autobiografía literaria de Thingum Bob, Esq.”, por ejemplo, lo pone de manifiesto sin ambages.

Además de los relatos breves, también se reúnen en este volumen las dos únicas novelas (una de ellas inacabada) que escribió el autor norteamericano. La reconocida Narración de Arthur Gordon Pym es, sin embargo, para el que suscribe, una de las piezas más flojas de todo el libro. Concebida sin espíritu de unidad y adoleciendo de una clara falta de cohesión, tanto temática como estilística, parece un texto adolescente, fruto más bien de una inspiración momentánea donde se pueden señalar momentos de una viveza extraordinaria (como la llegada al Polo Sur de la goleta Jane Guy, a bordo de la cual se halla el protagonista homónimo), pero que en general no consigue atrapar al lector por sus evidentes carencias. La segunda de las obras más largas, El diario de Julius Rodman, no puede juzgarse de ninguna forma, dado su carácter inconcluso.

A pesar de todo, esta Narrativa completa ofrece una oportunidad estupenda para sumergirse en la obra de un escritor que décadas después sigue mostrando su genialidad en sus múltiples facetas. A los que, como uno, no conozcan en profundidad la obra breve de Edgar Allan Poe, les recomiendo encarecidamente su lectura, ya que no saldrán defraudados en absoluto. Entre sus relatos hay momentos de una genialidad indudable, y el nivel de su literatura está a la altura de los más grandes clásicos. Una delicia, sin duda.

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