Carta a un abogado

La editorial El Nadir reúne en este pequeño volumen dos obras breves del escritor francés Octave Mirbeau: “Carta a un abogado” y “La muerte de Balzac”. En ambos textos se pone de manifiesto la capacidad de Mirbeau para poner en primer plano aquellas realidades menos halagüeñas que la sociedad biempensante quisiera evitar mirar.

“Carta a un abogado” se presenta como el escrito en que un hombre expone a su abogado los motivos que desea hacer constar en su demanda de divorcio. El texto, basado en parte en las experiencias del propio Mirbeau durante su matrimonio con Alice Regnault, recorre escuetamente el camino hacia la desilusión de un hombre que se casa enamorado, pero cuya pasión se va desgarrando en las aristas de la indiferencia de su esposa. En su testimonio va reuniendo los detalles —algunos insignificantes, otros de peso— que transforman, desde el mismo día de la boda, el plácido idilio que él esperaba vivir en un frío infierno.

Paul y Jeanne son caracteres opuestos y tienen formas enfrentadas de entender desde el mundo en el que viven a los detalles del gobierno doméstico. Paul, trasunto de Octave Mirbeau, es un hombre altruista, generoso, caritativo, amante del arte. Por su parte, Jeanne es la perfecta ama de casa burguesa que considera un gesto de amor hacia su marido el haberle ahorrado unos miles de francos en los gastos de la casa y confunde la dureza de corazón con la honradez.

“Carta a un abogado” es un pequeño compendio del desastre que supone un matrimonio que, aun hecho por amor, une a dos personas de naturalezas diferentes. Las causas de esa condena a la infelicidad no se expresan claramente, pero se adivinan a lo largo del texto. El narrador comete el error de casarse con una mujer hermosa sobre cuyas cualidades personales fantaseó durante el noviazgo, sin realmente conocerlas. Y la verdad del día a día viene a suponer un amargo y doloroso despertar.

En “La muerte de Balzac”, Octave Mirbeau se empeña en sacar a la luz las verdaderas condiciones que rodearon la muerte de Balzac, denunciando así a la sociedad que las consintió. Balzac, uno de los escritores más célebres tanto de las letras francesas como de la literatura universal, murió, según relata Mirbeau, completamente abandonado. Ni sus amigos, ni los miles de admiradores de su inmensa producción literaria, supieron que el escritor se apagaba entre intensos sufrimientos, en la ruina económica y solo. Madame Hanska —con la que se casó poco antes de morir— estaba, en el momento en que el genio expiraba, en brazos de Jean Gigoux, su amante.

Mirbeau esgrime el testimonio del propio Gigoux para desvelar cómo fueron en verdad las últimas horas de Balzac. Pero con su relato pretende sobre todo enaltecer la vida de un escritor genial, prolífico, trabajador incansable que, sin embargo, supo administrar mal su talento y la inmarchitable fuerza creadora que le empujaba a embarcarse en aventuras amorosas o mercantiles con las que arruinó su salud y, a la postre, su vida.